24.6.09

[Sin título]



Las promesas que suelen perdurar
son las que las que se entregan
previamente rotas.

Y partimos de ahí, vos y yo,
sin esperar
a que hayan pausas
o buscar esquinas
dobladas en las paginas.
No dejaste tu número anotado al
margen.
Y te da por desvanecerte
sin dejar rastro de cómo
te evaporaste entre el fulgor
pusilánime de un
bombilla agonizante.

Así de fácil, calcémonos la media:
somos bien putas,
pero de las que son buenas
porque hacen el amor
y se lo prometen en clave.

Y por hacernos los mártires
No nos hace nada de cosquillas
que a mí que me escupan en la boca,
Y me traten de leproso,
que a vos que te agarren
a pedradas por perra
y nos arrastren por la calle.

Pero los dos sabemos
que es mentira,
masturbamos la ilusión
de ser santos callejeros.
Fallamos la apuesta,
Porque, como dije, amor,
Las promesas que nos
entregamos con euforia,
venían fracturadas.
Yo lo sabía
Y vos también.
Ambos queríamos una
ventana abierta
de la cual escabullirnos,
cruzando los dedos
para que al salir
la escuchemos
cerrarse de golpe
para nunca mas abrirse…
pero esto nunca pasa.

16.6.09

Cena

Me besas con un hielo en la boca,
meciéndose en la cuna de tu lengua.

Me lo entregas forzadamente
en la esgrima de nuestro aliento.

La saliva fermentada, llena de toxinas
por tabaco y sicotrópicos de pulpería.

Te beso, y se queda en mi esófago,
negando se a bajar a fecundar mi alma.

Me ahogo del miedo y mi voz no sale,
se apagan los ojos y se tropieza el tiempo.

Nos comemos a besos desaforados,
perdidos, malcriados y de poca etiqueta.

De la única forma en que se puede comer con hambre:
con los dedos.

Lo Mío

Navego convencido,
en una ráfaga de viento,
ante los primeros
warning shots del aguacero.
Me llega el anuncio de que,
en el primer asalto,
empiezo a retomar lo que es mío.
El oxígeno que me pertenece.

Firmo la fáctura que
me acredita la compra
de mi existencia.
El pasaje de piel endurecida,
Que visa mi permanencia en
el espejismo de que yo
soy mi único dueño.

El aguacero,
arma su balacera
contra el polvo.
Y a mi no me moja.

14.6.09

[otro sin título]



Al no poder ver más,
saqué de mi bolsillo
una navaja.
Me hice una marca,
tracé la puerta
para que mi alma
escape
***

La música me
intoxica las hormonas
se abren las nubes
para que la mano de dios
baje y me tome el pelo
***

¿Será que por ser grande,
el anhelo es inamovible?
Y si esta pegado a
un tanque de oxigeno semivacío.
Anda palideciendo,
sin hallar las huellas
del círculo
que sigue trazando
desde el momento
en que empezó su carrera
***

7.6.09

[sin título]

el guarda yace inconsciente en su casetilla

ahora tengo a mi disposición

cerca de ciento y pico de carros lujosos

ordenadamente parqueados y relucientes

con el bate descansando en mi hombro me paseo indeciso

de cual parabrisas reviento primero

Pretty and happy and joyful

Hoy siento un profundo asco.

No tengo capacidad de censurarlo, ni me lo reprocho como siempre lo haría.
Todo me es fastidioso.

El teléfono, la chica, el chofer, el desayuno de pasta de dientes, la noticia de la tele de cómo estará el día frío en Buenos Aires.

Según anuncia el correo que recibimos, hoy llegan unos mocosos a la oficina… presiento que estallaré del odio.

Necesito algún psicotrópico, para luego escupirlo al desagüe.

Por dentro me duelen las cuerdas vocales de gritar en silencio: ¡VAYANSE TODOS A LA MIERDA!

Empiezo a tener dudas con respecto a la carta que escribí ayer.

Pienso que, en lugar de ser producto del viaje que ha sido mi vida hasta ahora, soy en realidad muchas variables patéticas a una idea que tengo de quién soy yo.

La versión que hoy salió de la cama es un hijueputa.

Me siento bestial y con asco.
Sin ganas pero con deseos de vomitar.