20.10.05

Breve Colección de poemas Azarosos y teledirigidos

I.
Desasociado,
Fieramente
Extraviado.

II.
Te encuentro
Sin mucho esfuerzo
Con su lengua
En tu garganta

III.
Cuando los
Caprichos
muerden,
cierran los ojos.

IV.
Sombra toma guaro
por una mujer
que le hizo olvidar
que se arrastra por los suelos.

V.
¿Para que se enamora el hombre,
Si sus pecados son más grandes que el olvido?

VI.
Desnúdate primero,
Y luego hablamos.

VII.
La gente
Se enamora
para no saberlo
y negarlo
toda la vida.

VIII.
Sé que no sé
Lo que siempre he sabido.
Sé que sé
Lo que más tarde me sabrá a mí.

IX.
En resumidas cuentas hemos llegado a la mitad de junio. Ordenadas las fechas, empieza el invierno tupido de resfríos, charcos y ruedos estropeados. Apenas como para pedirle campo a estas costumbres, pero con tristeza reconocemos que no hay manera exacta. No se sabe que motivos tienen los gatos callejeros para abortar sus cacerías. Desafortunadamente los autores poco se han querido referir al tema. Tratamos contactarlos a su oficina pero se nos fue dicho que salieron de paseo.

X.
En las ramas de mi casa,
Dios dibujo una pantera:
la pintó negra,
como mi odio.

XI.
El graffiti de piel.
El mismo para
los que comprenden
que los diferentes
pagan caro el oxígeno
de sus pulmones.

XII.
Podrías jugar algún juego
y bailar un poco más.
Ahora el piso de abajo
Está abandonado.
Aprovechémoslo,
Vení conmigo,
que desde esta ventana
podemos caer al patio.
Tiremos las llaves lejos
Y dejemos esta puerta
Siempre abierta.

XIII.
Me niego a salir de puntillas,
a esconderme en el armario.
No quiero pasar por desconocido
Una carta anónima desangrada.

XIV.
La respiración atorada en las fosas nasales,
El infierno tras el otro lado de la puerta,
La caída perpendicular a las baldosas de la calle.

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