16.6.09

Cena

Me besas con un hielo en la boca,
meciéndose en la cuna de tu lengua.

Me lo entregas forzadamente
en la esgrima de nuestro aliento.

La saliva fermentada, llena de toxinas
por tabaco y sicotrópicos de pulpería.

Te beso, y se queda en mi esófago,
negando se a bajar a fecundar mi alma.

Me ahogo del miedo y mi voz no sale,
se apagan los ojos y se tropieza el tiempo.

Nos comemos a besos desaforados,
perdidos, malcriados y de poca etiqueta.

De la única forma en que se puede comer con hambre:
con los dedos.

1 Comentarios:

A la/s lun jun 22, 11:43:00 a. m. 2009, Blogger Vέ♫ dijo...

esta demasiado bonito...

 

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